MILLONES DE ESTADOUNIDENSES TOMAN LAS CALLES EN LAS MARCHAS “NO KINGS” CONTRA EL AUTORITARISMO

MILLONES DE ESTADOUNIDENSES TOMAN LAS CALLES EN LAS MARCHAS “NO KINGS” CONTRA EL AUTORITARISMO


En un día que mezcló el poder de las armas con la fuerza de la ciudadanía, millones de estadounidenses recordaron al país y al mundo que la democracia no se impone con uniformes, sino que se defiende con participación activa.

Estados Unidos vivió una de las movilizaciones ciudadanas más grandes de las últimas décadas este 14 de junio, cuando millones de personas se unieron a las marchas “No Kings” en miles de ciudades del país. Las manifestaciones coincidieron con el cumpleaños del expresidente Donald Trump y con el desfile militar oficial por el 250.º aniversario del Ejército estadounidense, en una jornada cargada de simbolismo, contraste ideológico y tensión política.

Mientras en Washington D.C. se desarrollaba el fastuoso desfile conmemorativo —con tanques, cazas sobrevolando el cielo capitalino y la participación directa de altos mandos militares y figuras políticas cercanas a Trump—, decenas de miles de ciudadanos en otras ciudades respondían con pancartas, consignas y protestas. Para muchos, el despliegue militar no solo representaba un homenaje a las fuerzas armadas, sino también una señal preocupante de culto al poder y de consolidación autoritaria desde el Ejecutivo.

Grandes ciudades, grandes concentraciones

En Nueva York, unas 50,000 personas marcharon desde Bryant Park hasta Madison Square Park, en una movilización encabezada por líderes de la ACLU, sindicatos nacionales y estudiantes universitarios. En Filadelfia, decenas de miles se congregaron en la Benjamin Franklin Parkway, mientras que en Los Ángeles se reportaron más de 200,000 personas en distintas concentraciones distribuidas a lo largo del día.

Otras ciudades como Chicago, Seattle, Denver y Boston también registraron participaciones masivas, con cifras que rondan entre los 50,000 y 100,000 manifestantes por localidad, según reportes de prensa y autoridades locales.

El mensaje también llegó a pueblos y ciudades pequeñas

Más allá de las grandes urbes, las marchas “No Kings” lograron una importante presencia en regiones rurales y localidades no metropolitanas. En Alton, Illinois, cerca de 1,000 personas marcharon pacíficamente; en Anchorage y Fairbanks, Alaska, se reportaron manifestaciones de hasta 2,000 participantes, y en Vermont, pueblos como Burlington, Stowe y Bennington superaron colectivamente los 17,000 manifestantes.

En Iowa, ciudades como Des Moines, Cedar Rapids y Iowa City también fueron testigos de una movilización sin precedentes, al igual que Colorado Springs, Topeka y Phoenix, donde los termómetros superaban los 40 °C.

Incidentes aislados y balance general

Aunque en su mayoría las marchas transcurrieron de forma pacífica, se registraron algunos incidentes: en Los Ángeles, la policía utilizó gas lacrimógeno para dispersar protestas; en Virginia y San Francisco, varios manifestantes fueron atropellados por conductores hostiles, y en Utah, una persona resultó herida de gravedad por arma de fuego.

A pesar de estos hechos, el tono general de las protestas se mantuvo firme y no violento, con pancartas que decían “En América no tenemos reyes” y discursos que denunciaban la militarización del poder, los retrocesos en derechos civiles y el debilitamiento institucional.

Un mensaje nacional

La magnitud de las marchas “No Kings” ha sido comparada con eventos históricos como las manifestaciones contra la guerra de Vietnam o las del movimiento por los derechos civiles. Organizaciones como Black Lives Matter, Indivisible, sindicatos de docentes y agrupaciones de veteranos jugaron un papel clave en la logística y convocatoria.

En palabras de un organizador en Boston: “Esta no es una marcha contra una persona, es una marcha por el alma de nuestra república”.

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