La Corte Suprema de Estados Unidos autorizó al Gobierno del expresidente Donald Trump a continuar con la deportación de migrantes hacia terceros países, al suspender una orden judicial que impedía este tipo de traslados.

Con una votación de seis magistrados a favor y tres en contra, la máxima corte del país anuló un fallo emitido a finales de abril por un juez federal en Boston, el cual detenía la deportación de ocho personas, entre ellas dos ciudadanos cubanos y un mexicano, que serían enviados a Sudán del Sur.

La orden judicial previa requería que el Ejecutivo estadounidense brindara a los migrantes la oportunidad de advertir sobre el riesgo de ser torturados o sufrir persecución en los países de destino. Sin embargo, con la decisión de la Corte Suprema, esta protección fue suspendida, permitiendo que continúe la política de deportación acelerada.

Expertos en derechos humanos y migración han advertido que esta medida podría abrir la puerta para que personas venezolanas sean enviadas a Sudán, cubanas a Libia y otras nacionalidades a países con altos niveles de violencia o inestabilidad política.

El fallo marca un precedente que podría tener amplias repercusiones en futuras decisiones de deportación bajo políticas migratorias estrictas. Organismos defensores de los derechos de los migrantes ya han manifestado su preocupación y llamado a la comunidad internacional a estar alerta ante posibles violaciones a los derechos fundamentales.