El número de personas fallecidas por las devastadoras inundaciones que azotaron Texas el pasado 4 de julio ha ascendido a 119, entre ellos 36 niños, según informaron las autoridades en una conferencia de prensa este miércoles.
El condado de Kerr ha sido el más afectado, con 95 de las víctimas fatales, confirmó el sheriff Larry Leitha. Las intensas lluvias provocaron el desbordamiento del río Guadalupe, el cual arrasó comunidades enteras, dejando a su paso una tragedia sin precedentes.
Además de los fallecidos, al menos 150 personas continúan desaparecidas en la zona, incluyendo cinco acampantes y un consejero del popular campamento Mystic. Se reporta que una docena más están desaparecidas en otros puntos del estado.
A medida que avanza la búsqueda de víctimas y sobrevivientes, crecen las críticas hacia el accionar de las autoridades locales. Durante una sesión informativa, funcionarios del gobierno de Texas evitaron responder directamente sobre el cronograma de respuesta ante la emergencia, lo que ha generado molestia entre periodistas y miembros de la comunidad.
Cinco días después del desastre, la falta de claridad y de una evaluación oficial sobre cómo se manejó la situación ha intensificado la presión pública sobre los responsables de la gestión de emergencias. La comunidad continúa exigiendo respuestas y acciones concretas para evitar que una tragedia como esta se repita.
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