La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió este jueves a las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien acusó a los cárteles de tener un “fuerte control” sobre México. En conferencia de prensa, la mandataria mexicana afirmó que su Gobierno combate el narcotráfico todos los días, y urgió a Estados Unidos a reconocer su propia crisis de consumo de drogas, particularmente entre los jóvenes.
“TIENEN QUE RECONOCER QUE HAY UN PROBLEMA GRAVE DE CONSUMO. NO SE TRATA SOLO DE SEGURIDAD. ES UNA CRISIS DE SALUD PÚBLICA”, DECLARÓ SHEINBAUM.
Estas declaraciones llegan tras la firma de una nueva ley bipartidista por parte de Trump para endurecer penas contra la distribución de fentanilo y otras sustancias sintéticas, las cuales han generado una emergencia de salud en EE.UU. Trump también anunció aranceles del 30 % a productos mexicanos, a implementarse desde el 1 de agosto, citando el tráfico de fentanilo como una causa principal.
Sheinbaum defendió los esfuerzos de México en la lucha contra el narcotráfico, señalando incautaciones y detenciones constantes, principalmente de metanfetaminas y pastillas de fentanilo. Cuestionó la falta de acciones equivalentes por parte de EE.UU. en temas como el tráfico de armas y programas de prevención para jóvenes.
“¿CUÁNTAS DETENCIONES HAY EN ESTADOS UNIDOS POR TRÁFICO DE FENTANILO O ARMAS? AQUÍ SE ACTÚA DIARIAMENTE”, RECLAMÓ.
La presidenta también remarcó que la estrategia de su gobierno incluye el enfoque social para reducir el consumo, señalando la falta de respaldo institucional hacia la juventud estadounidense como un factor que agrava la crisis.
A pesar del tono firme, Sheinbaum evitó una confrontación directa con Trump y recalcó su respeto por los principios de soberanía y no intervención. Además, anunció que ha instruido a su equipo de seguridad y relaciones exteriores para documentar exhaustivamente las acciones contra el narcotráfico, con el fin de compartirlas oficialmente con el Gobierno estadounidense.
El fentanilo, un opioide sintético extremadamente potente, es actualmente la principal causa de muertes por sobredosis en EE.UU. Su bajo costo y alta potencia lo convierten en una droga común en el mercado ilícito, a menudo combinada con otras sustancias como heroína o en píldoras falsas que imitan medicamentos recetados.
La crisis de opioides, que comenzó en los años 90 con la promoción agresiva de analgésicos como la oxicodona, ha derivado en una ola de muertes atribuibles al fentanilo, considerado por autoridades sanitarias como la “tercera ola” de la epidemia de sobredosis.
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