En 1994, Tom Hanks tomó una decisión que cambiaría su carrera y lo consolidaría como uno de los actores más visionarios de Hollywood: rechazó un salario fijo por protagonizar Forrest Gump y, en su lugar, solicitó un porcentaje de las ganancias en taquilla. Lo que para muchos fue una apuesta arriesgada, terminó siendo una jugada...