Bajo fuerte presión del presidente estadounidense Donald Trump, el gobierno canadiense decidió dar marcha atrás en la implementación de un impuesto a los gigantes digitales como Google, Apple, Meta, Amazon y Microsoft, una medida que había sido anunciada para entrar en vigor este 1 de julio.
La Casa Blanca celebró la decisión calificándola como una victoria directa de la estrategia negociadora de Trump. “El primer ministro Mark Carney y Canadá han cedido ante el presidente Trump y Estados Unidos. Trump sabe cómo negociar y lidera la mejor economía del planeta”, expresó la portavoz presidencial Karoline Leavitt.
Este impuesto canadiense del 3% sobre ingresos de servicios digitales como redes sociales, venta de datos personales y plataformas de publicidad online, fue tildado por Trump como un “golpe directo y escandaloso” a las empresas estadounidenses, lo que provocó la ruptura inmediata de las negociaciones comerciales entre ambos países el pasado viernes.
El anuncio de Canadá de suspender el impuesto se produjo menos de 48 horas después de la amenaza del mandatario estadounidense de imponer aranceles, sumando presión adicional a la relación bilateral. Trump incluso reiteró durante el fin de semana su retórica provocadora refiriéndose al Canadá como “el Estado 51”.
La medida canadiense generaba incomodidad también en el seno de la Unión Europea, donde ya se aplican gravámenes similares y que ahora podría enfrentar exigencias similares de parte de Washington.
Con esta decisión, Canadá busca retomar las negociaciones comerciales, aunque críticos dentro y fuera del país consideran que se ha dado un preocupante precedente de sometimiento a presiones unilaterales.
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