Con autoridad, sin titubeos y bajo una ejecución táctica impecable, el Chelsea FC conquistó el Mundial de Clubes 2025, al vencer por 3‑0 al Paris Saint-Germain en la gran final disputada en el MetLife Stadium de Nueva Jersey.

El joven inglés Cole Palmer fue la gran figura del encuentro: marcó dos goles en menos de 10 minutos y asistió el tercero a João Pedro, sellando el marcador antes del descanso. Con apenas 22 años, Palmer no solo se adueñó del protagonismo, sino también del trofeo al Jugador del Partido.

El PSG, que había eliminado a gigantes como Real Madrid y Bayern Múnich, se vio superado por la presión alta y la verticalidad del conjunto dirigido por Enzo Maresca, que llevó el ritmo del juego desde el pitazo inicial.

El encuentro no estuvo exento de tensión. En los minutos finales, el joven portugués Joao Neves fue expulsado por una agresión a Cucurella, y el técnico Luis Enrique protagonizó un altercado con João Pedro al término del partido, generando controversia por su empujón en plena transmisión mundial.

Como si fuera poco, la ceremonia de premiación se tiñó de polémica: el expresidente estadounidense Donald Trump fue abucheado por el público al intentar entregar el trofeo, y debió retirarse discretamente tras la intervención del presidente de la FIFA, Gianni Infantino.

Con esta victoria, Chelsea se convierte en el primer campeón del nuevo formato del Mundial de Clubes, reafirmando su regreso a la élite del fútbol internacional. Para Maresca, este trofeo “vale tanto como una Champions League”, y para su joven plantilla, es solo el inicio de un ciclo que promete dejar huella.