El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reunió este jueves a su gabinete de seguridad para definir los próximos pasos de la guerra en Gaza, con la posibilidad inminente de una ocupación total del enclave palestino. La reunión, programada para las 18:00 horas locales, se produce en medio de crecientes advertencias internacionales y el grito desesperado de las familias de los rehenes aún cautivos por Hamás.

Mientras tanto, una veintena de familiares de los secuestrados se manifestaron simbólicamente desde el mar, lanzando salvavidas frente a las costas de Gaza y clamando por ayuda internacional. La presión social y mediática crece, sobre todo después de que el ejército confirmara que 27 de los 49 rehenes permanecen con vida.

Según medios locales, el gabinete discute un plan que contempla la conquista total del territorio, incluida la ciudad de Gaza y los campos de refugiados centrales. El operativo duraría unos cinco meses y requeriría una gran movilización de reservistas. Actualmente, el ejército israelí controla cerca del 75% del territorio, pero las zonas más densamente pobladas siguen fuera de su dominio.

La ONU advierte sobre una inminente hambruna generalizada en Gaza, que lleva casi dos años bajo asedio. Con 2,4 millones de habitantes atrapados en un territorio reducido y bombardeado, la situación humanitaria es alarmante.

Desde Gaza, los testimonios reflejan miedo e incertidumbre. “No hay lugar seguro”, dijo Ahmad Salem, residente del campo de Jabalia, mientras que fuentes locales reportaron al menos 33 muertos por bombardeos este jueves, incluyendo ocho personas que esperaban ayuda humanitaria.

El jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, habría expresado reservas sobre una ocupación total, advirtiendo del riesgo para los rehenes. Sin embargo, el ministro de Defensa aseguró que el ejército deberá ejecutar las decisiones políticas.

Aunque Israel ya ocupó Gaza entre 1967 y 2005, la prensa local señala que el término hebreo “kibbush” podría significar desde un control militar temporal hasta una dominación prolongada con el posible retorno de colonias judías.

El conflicto, iniciado tras el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, amenaza con entrar en una fase aún más destructiva, mientras las voces en Israel y la comunidad internacional claman por una solución que priorice la vida de los civiles y los rehenes.