WASHINGTON / CARACAS, 7 de septiembre de 2025. Las tensiones diplomáticas y militares entre Estados Unidos y Venezuela escalaron de forma dramática esta semana, luego de que el expresidente Donald Trump acusara públicamente a Nicolás Maduro de liderar una organización criminal de narcotráfico y amenazara con derribar aviones venezolanos si representan un riesgo para las fuerzas estadounidenses desplegadas en el mar Caribe.

Desde la Casa Blanca, Trump declaró que “los aviones militares venezolanos que pongan en peligro al ejército de EE.UU. serán derribados”. En un gesto simbólico, rebautizó al Departamento de Defensa como “Ministerio de la Guerra”, marcando un tono más beligerante.
MADURO MODERA SU DISCURSO TRAS DÍAS DE RETÓRICA MILITAR
Nicolás Maduro respondió al endurecimiento de Washington con un mensaje de distensión. A través de una transmisión nacional, afirmó que “ninguna diferencia con Estados Unidos justifica un conflicto militar”, aunque insistió en exigir respeto y rechazó cualquier nexo con el narcotráfico.

Durante los días previos, el presidente venezolano había convocado a la “lucha armada para defender el territorio nacional”, sugiriendo incluso la posibilidad de una invasión estadounidense con el objetivo de promover un “cambio de régimen”.
ESTADOS UNIDOS REFUERZA EL CONTROL EN EL CARIBE
El Pentágono informó sobre el despliegue de diez aviones de combate F-35 en Puerto Rico y varios buques de guerra en aguas estratégicas del Caribe. Washington justifica estas acciones como parte de una operación ampliada contra el narcotráfico latinoamericano.

Esta semana, Trump reveló que una embarcación sospechosa fue destruida, resultando en la muerte de once presuntos “narcoterroristas” del cartel venezolano Tren de Aragua, el cual ha sido catalogado como organización terrorista por su administración.
EL NARCOTRÁFICO COMO MOTOR DEL CONFLICTO
Los voceros de Trump insisten en que los cargamentos de droga tienen como destino final las calles de Estados Unidos, y que el uso de fuerza militar es una medida necesaria para frenar su expansión.
El senador Marco Rubio calificó a Maduro como “fugitivo buscado por la justicia estadounidense”, mientras que el asesor Stephen Miller aseguró que “Venezuela no es un gobierno, sino una estructura de narcotráfico con Maduro como jefe de cartel”.
CAMBIO DE DOCTRINA EN LA POLÍTICA EXTERIOR

Según expertos, como Gustavo Flores-Macías de la Universidad de Maryland, la decisión de recurrir a acciones militares en lugar de operativos policiales marca un cambio de doctrina: Estados Unidos está dispuesto a usar su poderío militar no solo para detener cargamentos, sino para enviar un mensaje directo a Caracas.
Mientras se intensifican las maniobras militares en el Caribe y las acusaciones cruzadas dominan los titulares, el conflicto entre Trump y Maduro se proyecta como un nuevo capítulo de confrontación hemisférica donde el narcotráfico y el poder geopolítico se entrelazan en una peligrosa batalla sin tregua.