Soueida, Siria – 16 de julio de 2025. Una nueva ola de violencia ha sacudido el sur de Siria con un saldo trágico de más de 300 muertos, en una espiral que amenaza con expandirse más allá de las fronteras nacionales. La ciudad de Soueida, de mayoría druza, se ha convertido en el epicentro de los enfrentamientos entre combatientes drusos, milicias beduinas y fuerzas del régimen de Bashar al-Asad, con reportes de ejecuciones sumarias, bombardeos aéreos y presencia de múltiples actores armados.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) ha confirmado que entre los fallecidos hay 69 combatientes drusos y 40 civiles drusos, de los cuales 27 fueron ejecutados sumariamente por fuerzas del gobierno. Además, se reporta la muerte de 165 soldados sirios, 18 combatientes beduinos y 10 efectivos de seguridad tras ataques aéreos israelíes.
La respuesta israelí no se ha hecho esperar. El ministro de Defensa, Israël Katz, aseguró que el ejército actuará “con fuerza” en Soueida “hasta eliminar completamente a los agresores de la comunidad druza”. Israel considera a esta comunidad —también presente en su propio territorio— como aliada histórica, y ha advertido a Damasco que recibirá “golpes dolorosos” si continúa permitiendo los ataques.
La situación plantea el riesgo real de una incursión militar directa de Israel en territorio sirio, lo que podría provocar reacciones en cadena de actores regionales como Irán, Rusia o incluso Estados Unidos, en un contexto ya marcado por tensiones geopolíticas. Analistas advierten que la escalada podría convertirse en un conflicto internacional abierto si las potencias no logran contener las hostilidades.
Mientras tanto, la población civil de Soueida queda atrapada entre el fuego cruzado de intereses militares, religiosos y estratégicos. La comunidad internacional, hasta ahora en silencio, enfrenta la presión de intervenir diplomáticamente o asumir las consecuencias de una nueva guerra en Oriente Medio.
Leave a Reply